Descripción
El Subaru Impreza era parte de las leyendas de los rallyes mundiales. El fabricante japonés, especialista en transmisiones integrales, vio rápidamente los beneficios de impulsar esta tecnología de grado competitivo. El Impreza gobernó por encima del WRC. Con su librea azul medianoche y sus ribetes dorados, sus numerosas victorias convertirían a la pequeña firma japonesa en una gran atracción. En 1995, el número 5 se colocó en manos del campeón español Carlos Sainz, que obtuvo el primer puesto en el rally de Montecarlo.