Descripción
Inicialmente se suponía que el Porsche 930 3.2 SC sería el último en el linaje del 911. Sin embargo, debido a su éxito y a la inquietud de la clientela de Porsche por ver desaparecer tal icono, el fabricante de automóviles decidió regalar el 911 los medios para tener éxito. Si bien nada iba a cambiar la estética de la obra maestra, bajo el capó tuvo lugar una pequeña revolución. Su Flat 6 fue completamente revisado, y el automóvil estaba equipado con una inyección electrónica Bosch DME Motronic y el sistema de distribución se hizo confiable con un nuevo tensor de cadena. Se equipó un alternador único y se protegieron los escapes. En total, se ganaron no menos de 27 caballos de fuerza, que se suman a los 204 caballos de fuerza del SC anterior. El 3.2 SC proyectaría definitivamente al 911 para convertirse en uno de los coches más reconocibles fabricados por Porsche.