Rallye de Gran Canaria 2003
Este Rallye era muy importante para mí, aunque de cara al campeonato no me afectaba puesto que ya teníamos los dos resultados de coeficiente seis, quería ganar el Rallye para poder entrar en su palmares junto a mi padre y mi hermano.
En el primer tramo, San Juan, empezaba a mantener un ritmo alto de carrera, lo que no quitaba sus correspondientes sustos. En meta lograba bajar 3 segundos el tiempo del año pasado, aunque perdía 1’3, con respecto a Oliver.
Llegaba a Monte Pavón, un tramo que me gusta mucho y, aunque es favorable al 4x4, creía que podía estar por delante del Córdoba. Llegaba a la parte final del tramo con los neumáticos muy mal. En meta le ganábamos a Oliver por sólo 8 décimas, por lo que, estaba claro que el Rallye sería muy duro.
Para la bajada a Hoya de Pineda, Rubén y yo cambiábamos de tren los neumáticos, arriesgándonos en la bajada. El tiempo era 2’3 mejor que Oliver, lo que nos hacía poner líder del Rallye por 1’8.
En la asistencia se revisaba el coche y montábamos neumáticos nuevos.
El tramo de San Juan se me complicaba porque los frenos me daban la lata. Corría mucho mas que en la primera pasada y sólo bajaba 1 décima. Aquí Oliver me ganaba por 2’4 segundos.
Llegábamos a Monte Pavón y tenía que recuperar para que Oliver no se me escapara. El tiempo a mitad de tramo era 2 segundos mejor que la anterior pasada pero en la bajada de por Fagajesto al llegar colado a una izquierda lenta tenía que tirar del freno de mano y se traducía en un trompo, que por suerte no tocaba el coche. Me enfadaba muchísimo y sabia que perdía el rallye. El tiempo era malo y Oliver me sacaba 6’4 segundos, por lo que, el rallye se ponía muy difícil.
Para la bajada Hoya de Pineda volvíamos a cambiar los neumáticos ya que en Monte Pavón destrozábamos los delanteros. Corría todo lo que podía y en meta sólo le recuperaba 1’4 segundos. Lo que nos hacia llegar al reagrupamiento 5’6 segundos por detrás de Oliver.
En la asistencia decidía montar neumáticos usados ya que, aunque la diferencia parecía corta, estaba claro que era muy difícil porque las diferencias en cada bucle eran muy justas. Cuando sólo que quedaban 10 minutos para salir, Jose Pérez me tocaba la moral y corriendo los mecánicos montaban en el furgón de Neumáticos Jose Luis dos nuevos. Era una asistencia de locos, todos corriendo de un lado a otro.
En el tramo de San Juan rebaje casi 2 segundos mi pasada anterior y Oliver sólo nos sacaba 6 décimas.
En Monte Pavón hablaba con Rubén para decidir si intentábamos dar caza a Oliver o asegurábamos la segunda plaza, que era un buen resultado para el provincial y que de terminar el rallye nos podíamos permitir no acudir al Rallye Lanzarote por tener cubiertos todos los resultados de coeficiente seis. La decisión por parte todo el equipo era clara, había que intentar ganar. Salíamos en el tramo muy deprisa y en la quinta curva daba un golpe con la llanta en una piedra, por un momento pensé que pinchaba, pero no fue así y seguíamos corriendo todo lo que podíamos. En mitad de tramo mejoraba un segundo y en meta se traducía en 2’1 segundos mejor que Oliver, por lo que, la diferencia para el ultimo tramo era de 4’2 segundos a su favor.
Para la bajada a Hoya de Pineda cambiamos los neumáticos de un tren a otro y tenia que coger la de repuesto porque una llanta delantera estaba rota del llantazo en Monte Pavón. Salíamos a por todas, arriesgando muchísimo. En mitad de tramo Rubén me cantaba 2 segundos mejor, lo que me hacia pensar que `podíamos lograrlo. Al llegar a meta marcábamos un buen tiempo, 4’1 segundos mejor que en la anterior pasada. Solo quedaba esperar la llegada de Oliver, lo que me hacia pensar que podíamos lograrlo, al llegar a meta marcábamos un buen tiempo, 4’1 segundos mejor la anterior pasada, ya solo quedaba esperar la llegada de Oliver. Nada mas pasar el control stop nos parábamos y Rubén se bajaba a esperar el tiempo del SEAT. Yo, teléfono en mano hablando con mi equipo. Llega Oliver y hace 4 segundos peor que nosotros. Habíamos perdido el rallye por una décima. Era increíble, pero teníamos que estar contentos porque no tiramos la toalla en ningún momento y a punto estuvimos de conseguir una victoria que se me resiste ya que este es mi sexto 2ª puesto en el Rallye Gran Canaria.
En la ultima asistencia todo el equipo estaba rascado pero satisfecho porque tomamos una decisión arriesgada y que le dio al rallye una gran emoción, hasta el punto de que es la primera vez en la historia que alguien gana un rallye por una décima.
Saludos y hasta el próximo rallye.
Antonio Ponce