Piloto de Mitsubishi desde 1996, Richard Burns continuó su aprendizaje con un programa parcial en el WRC durante la temporada 1997. Mitsubishi lo puso al volante del Carisma GT, que en realidad era un Lancer Evo IV renombrado por razones de marketing, ya que el Lancer se vende bajo el nombre de Carisma en algunos países. La temporada 1997 de Burns terminó en casa, en el legendario Rally RAC. En su tierra natal, brilló e incluso se puso líder a mitad del rally. Desafortunadamente, un pinchazo le hizo perder varios minutos en el tramo 21 y se quedó a las puertas del podio. Un cuarto puesto amargo, pero que demostró todo el talento del piloto británico. De hecho, se tomaría la revancha al año siguiente en el RAC con su segunda victoria en el campeonato mundial con el Carisma.
